4- Abonarás la tierra para recoger los frutos

4.1- La absorción de los nutrientes básicos

Las plantas necesitan un medio de cultivo apropiado para que puedan absorber los nutrientes que le proporcionamos a través del riego, la luz y los abonos o fertilizantes.
La planta de marihuana necesita ciertos nutrientes para estar sana y dar una buena cosecha. Algunos de ellos, como el carbono, el hidrógeno y el oxígeno, los absorbe del agua y el aire. Otros, los obtiene tanto del medio en el que se haya plantado como de los abonos que le añadamos.
El principal problema, más que un exceso o falta de nutrientes por un mal uso de fertilizantes, se debe a unas condiciones de cultivo, que no permiten que los nutrientes lleguen a la planta o alteren su crecimiento.
Entre los factores que debemos controlar para una buena absorción de nutrientes se encuentran:
-El PH de la tierra (de 6,5 a 7)
Un PH inferior a 6,5 en tierra puede ocasionar la pérdida de calcio, lo que provoca que se quemen las puntas de las hojas.
Un PH superior a 7 en tierra reduce la absorción de hierro, quedando las hojas cloróticas con nervios amarillos.
– En hidroponía (ph entre 5,8 y 6,5)
Un PH por encima o debajo de estos valores en hidroponía no resulta tan crítico como en tierra. Pero sí que impide que los nutrientes se absorban correctamente.
En el cultivo hidropónico la conductividad es el principal parámetro a controlar para que los nutrientes lleguen a la planta de manera eficaz.
-La temperatura:
Cuando la hoja de la marihuana se encuentra a 43º su química interna se destruye. El 70% de su energía la dedica a evaporar agua, dejando de absorber nutrientes y crecer.
Para evitar esto hay que controlar la distancia entre la planta y la fuente de luz, así como la potencia de las bombillas.

4.1.1- Detectar la falta de nutrientes

La carencia de algún tipo de nutrientes puede aparecer primero en las hojas nuevas o en las viejas, dependiendo del tipo de abono empleado.
Algunos de estos nutrientes se mueven a través de la savia y van de las hojas viejas a las jóvenes, por eso se detecta la carencia de nutrientes en las hojas más antiguas (nutrientes móviles).
En cambio, si el deterioro de la planta se ve en las hojas nuevas es debido a que se trata de un tipo de nutriente que no se desplaza de un lugar a otro de la planta (nutrientes inmóviles).
Los principales nutrientes móviles son el nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio. Entre los inmóviles encontramos el calcio y el azufre.
Para evitar la deficiencia de nutrientes se recomienda usar sustrato nuevo para las macetas y reforzarlo con micronutrientes como el zinc, hierro o manganeso, que permiten que la planta realice funciones como la clorofila.
Si el sustrato o agua de riego son ácidos, añadiremos caliza dolomita como regulador del ph.
Hay que mantener los niveles de EC y PH estables y lixiviar la planta con una solución suave de nutrientes cada cuatro semanas.

 

4.2- Principales nutrientes

4.2.1- Nitrógeno (N) móvil

El nitrógeno regula el crecimiento de hojas y tallos y el tamaño y el vigor de la planta en general.
La marihuana necesita niveles altos de nitrógeno, sobre todo en la etapa vegetativa. Como es arrastrado por el agua hay que reponerlo frecuentemente.
El nitrógeno con carga eléctrica hace que la planta ligue la proteína, las hormonas, la clorofila, las vitaminas y las enzimas, y resulta esencial para producir aminoácidos, clorofila y alcaloides.
Para incrementar el nitrógeno podemos utilizar amonio, se absorbe muy rápidamente pero hay que tener cuidado porque una gran cantidad puede quemar las plantas.
El nitrato es más lento de asimilar, pero también se emplea, sobre todo en el cultivo hidropónico mezclado con amonio.
Un exceso de nitrógeno impide una buena combustión cuando está cosechada, aunque esté seca.
Deficiencias de nitrógeno
La falta de nitrógeno es un problema muy común. Lo detectaremos por su crecimiento lento. Con las hojas inferiores no pueden producir clorofila, los nervios aparecen de color amarillo.
En la primera etapa de falta de nitrógeno, las hojas más viejas amarillean entre los nervios (la denominada clorosis). Después, las hojas viejas de la base de la planta se vuelven amarillas.
A medida que pasa el tiempo más hojas se vuelven amarillas y caen. También pueden presentar un color púrpura en los nervios y el envés de las hojas, aunque este síntoma también podría indicar también deficiencia de cloro.
Para evitar estas deficiencias debe añadirse nitrógeno periódicamente, sobre todo en los jardines de crecimiento rápido.
Cómo tratar la falta de nitrógeno:
Fertilizaremos la planta de marihuana con nitrógeno o con un fertilizante completo de N-P-K. Los resultados se pueden observar en 4 o 5 días.
Dentro de los fertilizantes orgánicos, aportan nitrógeno el guano de aves marinas y la emulsión de pescado o de harina de sangre. Otros fertilizantes potencian la absorción de este nutriente.
Sobredosis de nitrógeno:
Un exceso de nitrógeno provoca un inmenso follaje en la marihuana que se vuelve blando y débil, pudiendo ser atacada por hongos o insectos.
Los tallos se debilitan y se doblan fácilmente. Se restringe el tejido vascular y no puede absorbe tanta agua.
Si la sobredosis de nitrógeno es alta, las hojas toman un color marrón cobre, se secan y caen; las raíces crecen despacio y pueden llegar a pudrirse; las flores son pequeñas y escasas.
Esta toxicidad provocada por el amonio es típico de los suelos ácidos, mientras que la intoxicación por nitrato se da en los suelos alcalinos.
Sintomas de sobredosis de nitrógeno:
 Excesivo follaje, muy exuberante
 Tallos débiles que se doblan
 Desarrollo lento de las raíces
 Hojas marrones, se secan y caen
 Pocas flores
Tratamiento:
-Lixiviaremos el medio de cultivo con una solución muy suave de fertilizante completo.
-Añadir más cantidad de agua en la lixiviación cuando el caso sea grave: el triple de agua que el volumen del medio de cultivo
– No volver a añadir fertilizantes con nitrógeno en una semana

4.2.2- Fósforo (P), móvil

Durante las fases de germinación, plantón, clonación y floración la cantidad de fósforo empleado por las plantas de cannabis alcanza sus niveles más altos. Concebidos para maximizar la floración, los fertilizantes contienen niveles elevados de fósforo.
El fósforo, uno de los componentes del ADN -que está formado en gran parte por enzimas y proteínas-, se asocia al vigor general y a la producción de la resina y las semillas.
Es necesario para la fotosíntesis y proporciona un mecanismo para la transferencia de energía dentro de la planta. Las mayores concentraciones de fósforo se encuentran en las puntas de las raíces en crecimiento, en los brotes y en el tejido vascular.
Deficiencia:
Una grave carencia de fósforo causa retrasos en el desarrollo y hojas más pequeñas; las hojas se tornan de color verde azulado y suelen presentar manchas. Tanto los tallos como los peciolos y los nervios principales de las hojas adquieren un color morado rojizo, empezando por el envés de la hoja.
El enrojecimiento de los tallos y los nervios, a veces, no es muy pronunciado. Las puntas de las hojas más viejas se oscurecen y se rizan hacia abajo. Las hojas severamente afectadas desarrollan grandes zonas necróticas (muertas) de color negro purpúreo. Luego, estas hojas adquieren un tono púrpura bronceado, se secan, se arrugan y caen.
La floración suele verse retrasada, los cogollos son más pequeños de manera uniforme, la producción de semillas resulta pobre y las plantas se vuelven muy vulnerables ante los ataques de los insectos y los hongos.
Las deficiencias de fósforo se ven agravadas por un sustrato arcilloso, ácido o que está empapado. El zinc también es necesario para una utilización apropiada del fósforo.
Esta carencia es bastante común y, a menudo, mal diagnosticada. Las deficiencias son más frecuentes cuando el pH del medio de cultivo está por encima de 7,0 y el fósforo no puede ser absorbido adecuadamente; cuando el suelo es ácido (por debajo de 5,8) y/o hay un exceso de hierro y zinc; o si el sustrato queda fijado (bloqueado químicamente) con fosfatos.

Síntomas de la carencia de fósforo:
 Plantas como pasmadas, de crecimiento muy lento.
 Hojas oscuras de color verde azulado, a menudo con manchas oscuras.
 Plantas más pequeñas en general.
 Cuando las manchas llegan al peciolo de la hoja, ésta adquiere un color purpúreo bronceado, se retuerce y cae.
Tratamiento
Se trata bajando el pH hasta dejarlo entre 5,5 y 6,2 en sistemas hidropónicos; de 6,0 a 7,0 para suelos arcillosos; y de 5,5 a 6,5 para sustratos de plantación. De esta forma, el fósforo pasará a estar disponible.
Si la tierra es demasiado ácida y hay un exceso de hierro y zinc, el fósforo queda bloqueado. Si se cultiva en tierra, mezclaremos un fertilizante completo que contenga fósforo con el resto del medio de cultivo antes de plantar.
Regaremos con un fertilizante hidropónico, completo e inorgánico, que contenga fósforo. Mezclaremos los nutrientes orgánicos -guano de murciélago, harina de huesos, fosfatos naturales o estiércol de granja- para añadir fósforo al sustrato. Utilizaremos siempre componentes orgánicos que estén finamente molidos para que las plantas puedan disponer de ellos con rapidez.
Toxicidad por exceso de fosforo
Los síntomas pueden tardar varias semanas en aparecer, especialmente si el exceso de fósforo es amortiguado por un pH estable.
La marihuana emplea mucho fósforo a lo largo de su ciclo vital, y muchas variedades toleran niveles elevados. Pero una cantidad excesiva de fósforo interfiere la estabilidad y la absorción del calcio, el cobre, el hierro, el magnesio y el zinc.
Los síntomas tóxicos del fósforo se manifiestan como carencias de zinc, hierro, magnesio, calcio y cobre; la de zinc es la más común. Hay que tratar la toxicidad mediante el lavado del medio de cultivo de las plantas afectadas con una solución muy suave de fertilizante completo.
Los problemas severos requieren que se haga pasar una cantidad mayor de agua a través del medio de cultivo. Emplearemos un volumen de agua que sea, como mínimo, el triple del volumen que ocupa el medio de cultivo.

4.2.3- Potasio (K), móvil

Los suelos con un nivel alto de potasio incrementan la resistencia de la planta frente a las bacterias y el moho. El potasio se usa en todas las fases del desarrollo.
Es primordial para el crecimiento por división celular. También ayuda a combinar azúcares, almidones y carbohidratos, lo cual resulta esencial para la producción y movilidad de estos compuestos. Aumenta la clorofila en el follaje y ayuda a regular la apertura de los estomas, por lo que la planta haga un mejor uso de la luz y del aire.
El potasio es crucial en la acumulación y translocalización de los carbohidratos. Resulta necesario para la elaboración de las proteínas que aumentan el contenido en aceites y mejoran el sabor en las plantas de cannabis. Además, provoca un fuerte desarrollo de las raíces y está asociado con la resistencia ante las enfermedades y la absorción de agua. La potasa es una forma de óxido de potasio (Kp).
Deficiencia de potasio
Inicialmente las plantas que carecen de potasio parecen sanas. Luego se vuelven más susceptibles a las enfermedades. Las hojas viejas (empezando por las puntas y los márgenes, y extendiéndose por toda la superficie) desarrollan un moteado, adquieren un color amarillo oscuro y mueren.
Con frecuencia, los tallos se vuelven débiles y quebradizos. El potasio suele estar presente en la tierra, pero puede quedar bloqueado por una salinidad alta. Primero, arrastra las sales tóxicas fuera del sustrato y, entonces, aplica un fertilizante N-P-K completo.
La deficiencia de potasio provoca que la temperatura interna del follaje se dispare, y que las proteínas de las células se quemen o degraden. Por lo general, la máxima evaporación se da en los bordes de las hojas, y es ahí donde las hojas se queman.
Síntomas de la carencia de potasio:
 Las plantas tienen aspecto saludable, con follaje verde oscuro.
 Las hojas pierden su lustre.
 Puede que la ramificación se incremente, pero las ramas son débiles y escuálidas.
 Los márgenes de las hojas se tornan grises y progresan hasta un marrón oxidado, se rizan hacia arriba y mueren.
 Manchas de color óxido acompañan el color amarillo de las hojas más viejas.
 El follaje se riza hacia arriba, se inicia la putrefacción y las hojas más viejas caen.
 La floración se retrasa y disminuye en gran medida.
Tratamiento:
Hay que tratar la deficiencia de potasio abonando con un fertilizante N-P-K completo. En ocasiones, los cultivadores añaden potasio directamente a la solución nutriente.
Los cultivadores orgánicos añaden potasio en forma de potasa soluble (cenizas de madera) mezclada con agua. Hay que tener cuidado cuando se utilice ceniza de madera: el pH suele estar por encima de 10,0. Hay que emplear un compuesto para bajar el pH hasta 6,5 antes de su aplicación.
No se recomienda la alimentación foliar para tratar la deficiencia de potasio.
Toxicidad por exceso de potasio
Demasiado potasio dificulta y ralentiza la absorción de magnesio, manganeso y, a veces, zinc y hierro. Cuando aparecen síntomas de deficiencia de estos minerales, hay que buscar las causas en una acumulación tóxica de potasio. Sucede ocasionalmente y es difícil de diagnosticar porque se mezcla con los síntomas de carencias de otros nutrientes.
Trata la toxicidad mediante el lavado del medio de cultivo de las plantas afectadas con una solución muy suave de fertilizante completo. Los casos más graves precisan que se lixivie el medio de crecimiento con una cantidad mayor de agua. Emplea un volumen de agua que sea, como mínimo, el triple del volumen que ocupa el medio de cultivo.

4.3- Nutrientes secundarios

Magnesio, calcio y azufre -nutrientes secundarios – son utilizados por las plantas en grandes cantidades.
Los cultivos de marihuana en condiciones de interior, de crecimiento rápido, son capaces de procesar más nutrientes secundarios de lo que proporcionan la mayoría de los fertilizantes de uso general.
Muchos cultivadores optan por usar fertilizantes hidropónicos de alta calidad, compuestos por dos o tres partes, para suministrar todos los nutrientes secundarios y los oligoelementos que hacen falta. Pero ten cuidado, ya que puede haber una gran cantidad de estos tres nutrientes en el agua corriente.
Hay que tener en cuenta estos valores cuando se añaden suplementos de nutrientes. Si la mezcla de sustrato que empleas es completamente orgánica o incluye elementos inertes y tiene un pH inferior a 7,0, incorporar una taza de caliza dolomita fina (harina) por cada cuatro litros de medio de cultivo asegura un aporte adecuado de calcio y magnesio.

4.3.1- Magnesio (Mg), móvil

La marihuana utiliza mucho magnesio, y las deficiencias son comunes, especialmente en suelos ácidos (pH inferior a 7,0). Añadir caliza dolomita a las tierras ácidas para macetas antes de plantar estabiliza el pH y aporta magnesio y calcio al sustrato.
Si no se incorpora caliza al plantar, la carencia de magnesio puede corregirse añadiendo sales diseñadas específicamente para plantas en vez de las que pueden encontrarse en los supermercados.
El magnesio es el átomo central de la molécula de clorofila, y resulta esencial para la absorción de la energía luminosa. Ayuda a la utilización de los nutrientes y a que las enzimas fabriquen los carbohidratos y azúcares que, más tarde, se transformarán en flores. Además, el magnesio neutraliza los ácidos del sustrato y los compuestos tóxicos que produce la planta.
Deficiencia de Magnesio
La carencia de magnesio es común en los cultivos de interior. Las hojas bajas y, más adelante, las de la parte central de la planta desarrollan manchas amarillas entre los nervios, verdes y oscuros. A medida que la deficiencia progresa, aparecen puntos de color marrón óxido en los márgenes y en las puntas de las hojas, así como entre los nervios. Las puntas marrones de las hojas suelen rizarse hacia arriba antes de morir.
Toda la planta puede perder color en pocas semanas y, si la deficiencia es severa, adquirir un tono amarillo blancuzco antes de volverse de color marrón y morir.
Una carencia menor apenas causa problemas en el desarrollo. Sin embargo, las deficiencias menores aumentan a medida que la floración avanza y acaban haciendo que la cosecha disminuya. Muy a menudo, el magnesio se encuentra en el sustrato pero no está disponible para las plantas porque el entorno de las raíces está demasiado húmedo y frío o ácido y frío.
El magnesio también queda bloqueado en la tierra si hay un exceso de potasio, amoniaco (nitrógeno) y calcio (carbonato). Los sistemas radiculares pequeños, además, no son capaces de absorber magnesio suficiente para cubrir la gran demanda de este elemento. Una EC (concentración nutritiva) elevada ralentiza la evaporación de agua y también contribuirá a reducir la disponibilidad del magnesio.
Síntomas de la deficiencia de Magnesio
Durante las tres o cuatro primeras semanas no se aprecian síntomas visibles. Entre la cuarta y la sexta semana de crecimiento, aparecen los primeros síntomas de deficiencia.
Surgen zonas amarillas entre los nervios y puntos de color marrón óxido en las hojas viejas y de mediana edad. Las hojas más jóvenes siguen sanas. Las puntas de las hojas van poniéndose marrones y se doblan hacia arriba al progresar la deficiencia.
Los puntos de color marrón óxido se multiplican y aumenta el amarilleamiento entre los nervios. Los puntos marrón óxido progresan y las hojas amarillean desde la base de la planta, avanzando hasta el ápice.
Las hojas más jóvenes desarrollan un moteado de color óxido y amarillean entre los nervios. Las hojas se secan y mueren en casos extremos.
Tratamiento:
Hay que tratar la deficiencia mediante riegos con media cucharadita de sales (sulfato de magnesio) por cada litro de agua. Para obtener resultados más rápidos, pulverizar el follaje con una solución al 2% de sulfato de magnesio.
Si la deficiencia progresa hasta el ápice de la planta, será ahí donde primero reverdezca. Entre cuatro y seis días, irá extendiéndose hacia abajo por la planta, haciendo que las hojas inferiores reverdezcan progresivamente.
Hay que continuar regando regularmente con sales hasta que los síntomas desaparezcan por completo. Cuando el fertilizante empleado contiene magnesio fácilmente asimilable, no es necesario añadir sulfato de magnesio con regularidad. Sírvete de las pulverizaciones foliares a base de sulfato de magnesio para una cura rápida.
Otra opción consiste en aplicar sulfato de magnesio monohidratado en vez de sales. Añadir caliza dolomita fina al sustrato para proporcionar un aporte consistente de calcio y magnesio a largo plazo. Emplear siempre la dolomita más fina que esté disponible.
Controlar la temperatura ambiente y de las raíces, la humedad, y el pH y la EC (concentración nutritiva) de la solución nutriente. Hay que mantener la zona de las raíces y la solución nutriente entre 21 y 24 °C. La temperatura del aire no debe bajar de 21 °C durante el día y de 18 °C durante la noche.
Usar un fertilizante completo con una cantidad adecuada de magnesio. Mantener el pH de la tierra por encima de 6,5, el pH hidropónico por encima de 5,5 y reducir la EC durante una semana si es elevada.
Generalmente, un exceso de magnesio en la tierra no llega a ser perjudicial, pero puede inhibir la absorción del calcio. A continuación, se describen los síntomas de una presencia excesiva de este elemento.
Toxicidad
Es poco frecuente y resulta difícil de discernirla simple vista. Si llega a niveles tóxicos, el magnesio da lugar a conflictos con iones de otros nutrientes – normalmente de calcio-y, en especial, en soluciones de nutrientes hidropónicos. La acumulación tóxica de magnesio en sustratos que son aptos para el cultivo de marihuana resulta poco frecuente.

4.3.2- Calcio (Ca), inmóvil

El cannabis requiere casi tanta cantidad de calcio como de macronutrientes. Evita las deficiencias en la tierra y en la mayoría de las mezclas de sustrato mediante la incorporación de caliza dolomita fina o utilizando fertilizantes solubles hidropónicos que contengan el calcio necesario.
El calcio es necesario para preservar la permeabilidad de la membrana y la integridad de la célula, lo cual asegura un flujo apropiado de nitrógeno y azúcares, además es fundamental para la producción y el crecimiento de las células.
Estimula las enzimas que ayudan a producir paredes celulares fuertes, especialmente en las raíces. El cannabis debe disponer de algo de calcio en el extremo de cada raíz.
Deficiencia de Calcio
Las carencias de calcio son poco comunes en interior, pero aparecen con más frecuencia en los cultivos de cáñamo de fibra. A menudo, las plantas pueden procesar más calcio del que hay disponible. Además, el agua con la que se pulverizan las hojas puede arrastrarlo.
Los síntomas de la deficiencia pueden ser difíciles de detectar. Comienzan con tallos débiles, follaje verde oscuro y un crecimiento excepcionalmente lento. Las hojas jóvenes se ven afectadas y son las primeras en mostrar los síntomas.
La deficiencia severa de calcio causa que los brotes nuevos de crecimiento desarrollen tonos amarillentos y morados, y que se desfiguren antes de arrugarse y morir; se inhibe el desarrollo de las inflorescencias, las plantas se atrofian y la cosecha se ve reducida.
Las puntas de crecimiento pueden dar muestras de deficiencia de calcio si la humedad es máxima.
Con la humedad al 100%, los estomas se cierran, lo cual detiene la transpiración para proteger la planta. Y el calcio que se transporta mediante la transpiración queda inmovilizado.

Síntomas de la deficiencia de calcio:
 Los brotes nuevos de crecimiento pierden color.
 Los brotes nuevos se contraen, se arrugan y mueren.
 Desarrollo lento y hojas jóvenes que se vuelven de color verde muy oscuro.
 El desarrollo de los cogollos se ralentiza dramáticamente.
Tratamiento
Tratar la deficiencia disolviendo media cucharadita de caliza hidratada por cada cuatro litros de agua. Regar las plantas carentes de calcio con esta solución mientras persistan los síntomas. O aplicar un fertilizante hidropónico completo que contenga la cantidad adecuada de calcio.
Mantener estable el pH del medio de cultivo.
Toxicidad
El exceso de calcio hace que la planta se marchite. Es difícil de ver en el follaje. Los niveles tóxicos también exacerban las deficiencias de potasio, magnesio, manganeso y hierro. Aunque estén presentes, estos nutrientes no pueden absorberse. Si se añaden cantidades excesivas de calcio soluble al inicio de la vida de la planta, también puede frenarse el desarrollo.
En los cultivos hidropónicos, el exceso de calcio se precipita con el azufre en la solución, lo cual provoca que la solución nutriente quede suspendida en el agua y que las partículas se agreguen formando una masa que hace que el agua se ponga turbia (se flocule). Una vez que el calcio y el azufre se combinan, forman un residuo (yeso, Ca (SO4) • 2(H2O)) que se asienta en la base del depósito.

4.3.3- Azufre (S)-inmóvil

Los cultivadores evitan el azufre elemental (puro) en favor de los compuestos de azufre como el sulfato de magnesio. Muchos fertilizantes contienen alguna forma de azufre y, por ésta razón, rara vez se dan carencias de este elemento. Los nutrientes combinados con azufre se disuelven mejor en el agua.
El azufre es necesario para la fabricación de muchas hormonas y vitaminas, incluyendo la vitamina B1. El azufre también es un elemento indispensable en las semillas y en muchas células de la planta.
En forma de sulfato, el azufre regula el pH del agua. Prácticamente, todos los suelos, los ríos y los lagos contienen sulfato. El sulfato está involucrado en la síntesis de las proteínas, ya que forma parte de dos aminoácidos, la cistina y la tiamina, que son la base de las proteínas.
El azufre resulta esencial en la formación de los aceites y los sabores, al igual que para la respiración y para la síntesis y descomposición de los ácidos grasos.
Los fertilizantes hidropónicos separan el azufre del calcio en un contenedor «A» y un contenedor <<B». Si se combinaran en forma de concentrado, el azufre y el calcio formarían yeso (sulfato de calcio) en crudo, insoluble, y se asentaría como residuo en el fondo del tanque.
Deficiencia de azufre
Las hojas jóvenes adquieren un color entre verde lima y amarillento. A medida que progresa la carencia, las hojas amarillean entre los nervios y pierden suculencia. Los nervios siguen verdes, y los peciolos se vuelven de color morado. Las puntas de las hojas pueden quemarse, oscurecerse y doblarse hacia abajo.
La deficiencia de azufre se parece a la deficiencia de nitrógeno. Una carencia severa de azufre hace que los tallos se alarguen y que su base se vuelva leñosa.
La deficiencia de azufre ocurre en interior cuando el pH es demasiado alto o si hay una cantidad excesiva de calcio.
Síntomas de la deficiencia de azufre
 Similar a la deficiencia de nitrógeno, las hojas más viejas se vuelven de color verde pálido.
 Los tallos de las hojas adquieren un color morado y más hojas van tornándose verde claro.
 Las hojas enteras se vuelven de color amarillo pálido.
 Se da clorosis entre los nervios.
 Una deficiencia aguda causa que más y más hojas desarrollen tallos con tonos purpúreos y hojas amarillas.
Tratamiento de la deficiencia de azufre
Con un abonado a base de fertilizante hidropónico que contenga azufre. Baja el pH hasta que esté entre 5,5 y 6,0. Añade azufre inorgánico a un fertilizante que incluya sulfato de magnesio. Las fuentes orgánicas de azufre incluyen el compost para champiñones y la mayoría del estiércol de procedencia animal.
Asegúrate de que el estiércol que apliques esté bien descompuesto para evitar que se quemen las raíces.
Toxicidad por exceso de azufre
El exceso de azufre en la tierra no causa problemas si la EC (concentración nutriente) es relativamente baja. Con una EC elevada, las plantas tienden a asimilar una mayor cantidad del azufre disponible, lo cual bloquea la absorción de otros nutrientes.
Los síntomas del exceso de azufre incluyen un desarrollo limitado de la planta en general y un follaje uniformemente más pequeño y de color verde oscuro. Las puntas y los bordes de las hojas pueden perder color y llegar a quemarse si la toxicidad es severa.
Tratar la toxicidad
Mediante el lavado del medio e cultivo de las plantas afectadas con una solución muy diluida de fertilizante completo tratamos la toxicidad por exceso de azufre. Hay que comprobar el pH de la solución que sale por los agujeros de drenaje y corregir el pH de entrada a 6,0.
Los casos graves requieren que el medio de cultivo se lixivie con más agua. El volumen mínimo de agua que debe emplearse es el triple del volumen del medio de cultivo.

4.4. Micronutrientes

Los micronutrientes, también llamados oligoelementos o micro elementos, son esenciales para la formación de clorofila y deben estar presentes en cantidades muy pequeñas.
Funcionan principalmente como catalizadores de los procesos de las plantas y de la utilización de otros elementos.
Para conseguir los mejores resultados y asegurar la disponibilidad de una gama completa de micro elementos, debemos emplear fertilizantes diseñados para hidroponía. Los fertilizantes hidropónicos de alta calidad utilizan ingredientes alimenticios que son completamente solubles y no dejan residuos.
El zinc, el hierro y el manganeso son los tres microelementos cuya carencia es más común. Las deficiencias de estos tres oligoelementos están presentes en más cuartos de cultivo de lo que me hubiera podido imaginar. A menudo, se observa que concurren carencias de los tres elementos, especialmente si el pH del sustrato o del agua es superior a 6,5.
Las deficiencias son más comunes en los climas áridos -España, el suroeste de Estados Unidos, Australia, etc.-, con aguas y suelos alcalinos. Las tres carencias tienen los mismos síntomas iniciales: clorosis entre los nervios de las hojas jóvenes. Suele resultar difícil distinguir cuál es el elemento deficiente -zinc, hierro o manganeso-, y podrían faltar los tres. Por ello, el tratamiento del problema debería incluir una dosis de los tres nutrientes en forma de quelatos.

4.4.1- Zinc (Zn), móvil

Es el micronutriente cuya deficiencia resulta más común en climas áridos y suelos alcalinos.
El zinc fomenta las mismas funciones enzimáticas que el manganeso y el magnesio. Además, coopera con otros elementos para asistir en la formación de la clorofila y evitar que ésta se descomponga.
Es esencial como catalizador de la mayoría de las enzimas y las auxinas de la planta, y es crucial para el crecimiento del tallo. Juega un papel vital en la producción de azúcares y proteínas.
Deficiencia de Zinc
Resulta bastante común encontrar cannabis con carencia de zinc. Las deficiencias son más frecuentes en sustratos con pH 7,0 ó superior.
Es el micronutriente que más suele faltar. Primero, las hojas más jóvenes exhiben clorosis entre los nervios, y las hojas y brotes nuevos desarrollan hojuelas pequeñas y finas que se retuercen y arrugan. Las puntas de las hojas y, más tarde, los bordes pierden color y se queman. Las partes quemadas de las hojas pueden extenderse progresivamente.
Estos síntomas suelen confundirse con una carencia de magnesio o de hierro, pero cuando la deficiencia de zinc es severa, los folíolos de las hojas nuevas se contorsionan y se secan.
Los cogollos de flores también adoptan formas extrañas, se vuelven quebradizos y, a menudo, están endurecidos. La carencia de zinc frena todo crecimiento nuevo, incluyendo el de los cogollos.
Síntomas de la deficiencia de zinc:
 Las hojas nuevas son finas y escuálidas.
 Las puntas de las hojas se decoloran, se oscurecen y mueren.
 Se percibe clorosis entre los nervios de las hojas jóvenes.
 El crecimiento nuevo se retuerce horizontalmente.
 El crecimiento nuevo de cogollos y hojas se detiene.
Tratar la deficiencia de zinc
Añadir una mezcla hidropónica de micronutrientes que contenga oligoelementos quelatados. O Mediante el lavado del medio de cultivo con una mezcla diluida a base de fertilizante completo, el cual debe contener oligoelementos en forma de quelatos, incluyendo zinc, hierro y manganeso.
Toxicidad
En exceso es extremadamente toxico. Las plantas muy afectadas mueren rápidamente. El exceso de zinc interfiere con la capacidad del hierro para funcionar adecuadamente y provoca que este elemento resulte deficiente.

4.4.2- Manganeso (Mn) – inmóvil

La deficiencia de manganeso es relativamente común en cultivos de interior.
El manganeso interviene en los procesos de oxidación-reducción, asociados con el transporte de electrones fotosintéticos. Este elemento activa muchas enzimas y juega un papel fundamental en el sistema de la membrana de los cloroplastos. Junto al hierro, el manganeso asiste en la utilización del nitrógeno para la producción de clorofila.
Deficiencia de Manganeso
Las hojas jóvenes amarillean entre los nervios (clorosis), mientras que éstos permanecen verdes. Los síntomas se extienden desde las hojas más jóvenes hasta las de mayor edad a medida que progresa la deficiencia.
En las hojas afectadas con severidad, se desarrollan puntos necróticos (muertos); la hoja palidece y cae. El crecimiento general de la planta se ve frenado, y la maduración puede ser prolongada. La deficiencia severa parece una carencia acusada de magnesio.
Síntomas de la deficiencia de manganeso
 Clorosis entre los nervios de las hojas jóvenes.
 Clorosis entre los nervios de hojas cada vez más viejas.
 Se desarrollan puntos muertos en las hojas más afectadas.
Tratar la deficiencia de manganeso
La deficiencia de manganeso se trata reduciendo el pH, lixiviando la tierra y añadiendo una fórmula completa de micronutrientes quelatados.
Toxicidad
Un exceso de manganeso provoca que el crecimiento joven y más reciente desarrolle un moteado clorótico, entre naranja oscuro y marrón oscuro y oxidado, en las hojas.
Los daños en los tejidos se dejan ver en las hojas jóvenes antes de extenderse a las más viejas. El crecimiento es más lento y se pierde el vigor general. La toxicidad se acrecienta con una humedad baja.
La transpiración adicional provoca que llegue aún más manganeso al follaje. El pH bajo puede causar una absorción tóxica de manganeso. El exceso de este elemento causa deficiencias de hierro y zinc.

4.4.3- Hierro (Fe) – inmóvil

Está disponible en forma de quelato soluble, que permite una absorción inmediata por parte de las raíces. En interior, la deficiencia de este elemento es común en sustratos alcalinos.
El hierro es fundamental para los sistemas enzimáticos y para el transporte de electrones durante la fotosíntesis, la respiración y la producción de clorofila.
El hierro también permite que las plantas utilicen la energía que aporta el azúcar. Como catalizador de la producción de clorofila, el hierro es necesario para la reducción y asimilación de los nitratos y los sulfatos. Da a la tierra un color entre marrón y rojo según la concentración.
Pero a las plantas les cuesta absorber el hierro. Los sustratos ácidos suelen contener hierro suficiente para el desarrollo del cannabis.
Deficiencia de Hierro
Las deficiencias de hierro son comunes cuando el pH está por encima de 6,5 y es poco frecuente cuando el pH está por debajo de 6,5. Los síntomas pueden aparecer durante el crecimiento rápido o en momentos estresantes y desaparecer por sí mismos.
Las hojas jóvenes son incapaces de tomar el hierro inmóvil de las hojas más viejas aunque esté presente en el sustrato. Los primeros síntomas aparecen en las hojas más pequeñas, cuyos nervios permanecen verdes mientras amarillean los espacios entre ellos.
La clorosis entre los nervios comienza en el extremo opuesto de la punta de la hoja: en el ápice de las hojas, donde se une el peciolo. Los filos de las hojas pueden volverse hacia arriba a medida que progresa la deficiencia. Las hojas se caen en los casos más severos. A veces, la deficiencia de hierro está causada por un exceso de cobre.
Síntomas graves de la deficiencia de hierro
 Empezando desde el peciolo, las hojas más jóvenes y los brotes se vuelven de color verde pálido hasta amarillear entre los nervios, aunque los nervios siguen verdes.
 Las hojas amarillean más y más, y desarrollan clorosis entre los nervios.
 Las hojas más grandes también acaban amarilleando y desarrollan clorosis entre los nervios.
 En casos graves, las hojas desarrollan necrosis y se desprenden.
Tratar la deficiencia de hierro
Hay que tratar la deficiencia de hierro mediante la reducción del pH del sustrato hasta 6,5 ó menos. Evitar los fertilizantes que contengan cantidades excesivas de manganeso, zinc y cobre, los cuales inhiben el aprovechamiento del hierro. Los niveles elevados de fósforo compiten con la absorción del hierro.
También habrá que mejorar el drenaje; el suelo excesivamente mojado retiene poco oxígeno para espolear la absorción del hierro, y aumentar la temperatura en la zona de las raíces.
Podemos aplicar hierro quelatado en líquido a la zona de las raíces. La luz descompone los quelatos, mezclándose bien con el medio de cultivo, pero hay que tener cuidado, porque exponer la solución nutriente a la luz acaba con el hierro.
Después de esta aplicación, las hojas deberían reverdecer en cuatro o cinco días.
Los nutrientes hidropónicos completos y equilibrados contienen hierro, y las deficiencias rara vez son un problema. Las fuentes orgánicas de hierro, además de los quelatos, incluyen el estiércol de vaca, de caballo y de gallina. Emplea únicamente estiércol bien descompuesto para evitar que se quemen las plantas.
Toxicidad
Los niveles elevados de hierro, que son bastante inusuales, no dañan el cannabis, pero pueden interferir con la absorción del fósforo. Causa que las hojas se bronceen y que aparezcan en ellas pequeños puntos de color marrón oscuro.
Si se aplica demasiado quelato de hierro, la planta morirá en pocos días.
Podemos tratar la toxicidad causada por el exceso de hierro lixiviando las plantas a fondo.

4.4.4.- Boro (B), inmóvil

No suele causar problemas, pero debe estar disponible durante toda la vida de la planta. Las deficiencias de boro no suelen darse en interior.
El boro aún sigue constituyendo un misterio bioquímico. Sabemos que el boro ayuda a que el calcio sea absorbido y a otras muchas funciones de las plantas.
Pero cumple más funciones, los científicos han reunido evidencias que sugieren que el boro ayuda a la síntesis de una base para la formación de ácido nucleico (ARN uracil). También hay pruebas sólidas del papel que desempeña el boro en la división, la diferenciación, la maduración y la respiración celular, así como de su función como enlace de la germinación del polen.
Deficiencia de Boro
Primero, las hojas aumentan de grosor y se vuelven quebradizas; los brotes principales se retuercen y/o se oscurecen, lo cual va extendiéndose a yemas de crecimiento cada vez más bajas.
Los extremos de los tallos y las raíces crecen anormalmente. Las puntas de las raíces suelen hincharse, se decoloran y dejan de alargarse.
Los brotes en crecimiento parecen quemados, lo cual puede confundirse con las quemaduras que causan las luces DAI cuando están demasiado cerca.
Si la carencia es severa, las puntas de crecimiento mueren y los bordes de las hojas se decoloran y aparecen zonas muertas. Se desarrollan puntos necróticos entre los nervios de las hojas. La estela (el interior) de las raíces suele ablandarse, convirtiéndose en un lugar perfecto para la pudrición y las enfermedades.
Las hojas deficientes aumentan de grosor, distorsionadas y marchitas, y aparecen puntos cloróticos y necróticos.
Tratar la deficiencia de boro
Hay que tratar la deficiencia de boro con una cucharadita de ácido bórico por cada cuatro litros de agua. Puedes aplicar esta solución al sustrato como un remedio que puedan absorber las raíces, o aplicar micronutrientes hidropónicos que contengan boro. Los jardineros hidropónicos deberían mantener la dosis de boro por debajo de 20 partes por millón (ppm), ya que el boro pasa a ser tóxico rápidamente si la solución se concentra.
Toxicidad
Hay que evitar el uso de cantidades excesivas de insecticidas con base de ácido bórico. Las puntas de las hojas amarillean primero y, a medida que progresa la condición tóxica, los bordes de las hojas se vuelven necróticos hacia el centro de la hoja. Después de amarillear, las hojas se caen.

4.4.5- Cloro (Cloruro) (CI), inmóvil

El cloro se encuentra en muchos de los sistemas municipales de agua. El cannabis tolera niveles bajos de cloro. No suele ser un componente de los fertilizantes y casi nunca resulta deficiente en los jardines de cannabis.
Es fundamental, en forma de cloruro, para la fotosíntesis y la división de las células en las raíces y en el follaje. También incrementa la presión osmótica en las células, las cuales abren y cierran los estomas para regular el flujo de humedad en el interior del tejido vegetal.
Deficiencia de Cloro
Es muy poco común. Las hojas jóvenes palidecen y se marchitan, y las raíces se vuelven rechonchas. A medida que avanza la deficiencia, las hojas desarrollan clorosis y un color bronceado característico. Las raíces desarrollan puntas gruesas y detienen su crecimiento.
Tanto la deficiencia acusada como el exceso severo de cloruro tienen el mismo síntoma: hojas de color bronce. Se puede tratar la deficiencia de cloro añadiendo agua clorada.
Toxicidad del cloro
Las plántulas y los clones muy jóvenes son los más susceptibles de sufrir daños. Las puntas y los bordes de las hojas jóvenes se queman. Más adelante, los síntomas progresan por toda la planta. Las hojas, de un color bronce amarillento característico, son más pequeñas y tardan más en desarrollarse.
Tratar la toxicidad por exceso de cloro
Hay que dejar que el agua clorada se asiente de un día para otro, removiéndola de vez en cuando. El cloro se volatilizará y desaparecerá en la atmósfera. Emplearemos esta agua para mezclar la solución nutriente o para regar el jardín.

4.4.6- Cobalto (Co), inmóvil

Apenas se considera necesario para el desarrollo de las plantas, y la mayoría de los fertilizantes no lo incluyen en el etiquetado. La deficiencia de cobalto no se presenta prácticamente nunca en los jardines de cannabis en interior.
Hay evidencias científicas que sugieren que este elemento está enlazado con las enzimas que se necesitan para la formación de compuestos aromáticos. El cobalto es necesario para el crecimiento y el desarrollo de incontables bacterias beneficiosas. También es vital para la absorción del nitrógeno.
Deficiencia de Cobalto
Deviene en problemas relacionados con la disponibilidad del nitrógeno.

4.4.7-Cobre (Cu), inmóvil

Se concentra en las raíces. También se usa como fungicida.

Resulta necesario en cantidades muy pequeñas, y colabora en el metabolismo de los carbohidratos, en la fijación del nitrógeno y en el proceso de reducción del oxígeno.
Es un componente de numerosas enzimas y proteínas, ayuda a fabricar proteínas y azúcares.
Deficiencia de Cobre
Las deficiencias de cobre no son raras. Las hojas jóvenes y los brotes se marchitan, las puntas y los bordes de las hojas desarrollan necrosis y adquieren un color gris cobre oscuro. En ocasiones, la planta con carencia de cobre se marchita entera, y tiene un aspecto caído aunque esté bien regada. El crecimiento es lento y la cosecha disminuye. Una deficiencia pequeña puede hacer que los brotes nuevos mueran.
Tratar la deficiencia de cobre
Se trata con la aplicación de un fungicida a base de cobre, como el sulfato de cobre. No debe aplicarse si la temperatura es superior a 24 °C para evitar que se queme el follaje. Aplicar un nutriente hidropónico que contenga cobre.
Toxicidad
Aunque sea esencial, el cobre resulta extremadamente tóxico para las plantas incluso cuando se trata de excesos menores. Los niveles tóxicos ralentizan el desarrollo general de la planta. Al aumentar el nivel tóxico, los síntomas incluyen clorosis (deficiencia) férrica entre los nervios de las hojas y un crecimiento frenado. Crecen pocas ramas y las raíces se vuelven oscuras y gruesas además de crecer despacio.
Las condiciones tóxicas se aceleran en los suelos ácidos. Los jardineros hidropónicos deben vigilar su solución cuidadosamente para evitar los excesos de cobre. Debe tratarse mediante la lixiviación del medio del cultivo para ayudar a expulsar el exceso de cobre. No se deben usar fungicidas a base de cobre.

4.4.8- Molibdeno (Mb) –inmóvil

Rara vez es deficiente.
El molibdeno es parte de dos sistemas enzimáticos mayores que convierten el nitrato en amonio. Este elemento esencial es usado por el cannabis en cantidades muy pequeñas. Es más activo en las raíces y en las semillas.
Deficiencia de molibdeno
La deficiencia provoca carencia de nitrógeno. Al principio, las hojas más viejas y las de edad media amarillean, y algunas desarrollan clorosis entre los nervios. A medida que la deficiencia progresa, las hojas continúan amarilleando y los bordes se abarquillan o se enrollan.
Los síntomas agudos hacen que las hojas se retuerzan, mueran y se desprendan. El desarrollo general se frena. La carencia se acentúa en los sustratos ácidos. Casi nunca se hallan deficiencias de este micronutriente en el cannabis.
Toxicidad
Un exceso de este micro elemento provoca deficiencias de cobre y hierro.

4.4.9- Silicio (Si), inmóvil

Está disponible fácilmente en la mayoría de los sustratos, en el agua y no causa complicaciones al cannabis por carencias o excesos.
Es absorbido por las plantas como ácido silícico. El silicio ayuda a que los niveles de hierro y magnesio se mantengan de manera consistente.
Se encuentra principalmente en las paredes de las células epidérmicas, donde se recoge en forma de sílice amorfo hidratado. También se acumula en las paredes de otras células. Una cantidad adecuada de silicio soluble garantiza paredes celulares fuertes que resisten los ataques de las plagas e incrementan la tolerancia al calor y a la sequía.
Deficiencia de Silicio
La carencia de silicio reduce las cosechas en algunas frutas y provoca que las hojas nuevas se deformen.

4.4.10-Níquel, (Ni)

Resulta esencial para la absorción del hierro. Las enzimas necesitan níquel para descomponer y utilizar el nitrógeno a partir de la urea. Rara vez aparece una deficiencia de este elemento y suele estar mezclada con otras carencias nutricionales, comúnmente de nitrógeno.

4.4.11- Sodio, (Na)

El sodio es absorbido por las raíces con mucha rapidez y en cantidades pequeñas (50 ppm). Con un poquito es suficiente. Es uno de los elementos problemáticos ya que puede bloquear otros nutrientes, dando como resultado deficiencias severas. Cuando se mezcla con el cloro, se convierte en sal de mesa, que es la peor sal que puede darse a las plantas. Hay que tener mucho cuidado al medir el agua que se utiliza para asegurarse de que contenga menos de 50 ppm de sodio. Cuanto menos sodio haya en la solución, mejor.

4.4.12- Flúor (F)

Si se concentra, el flúor puede volverse tóxico. Algunos sistemas de abastecimiento de agua disponen de flúor abundante. Aún está por ver que la toxicidad o la deficiencia de este elemento provoque problemas en espacios de cultivo en interior.

4.5- Fertilizantes

El objetivo de la fertilización es proporcionar a las plantas las cantidades adecuadas de nutrientes para fomentar un crecimiento vigoroso, sin crear condiciones tóxicas de sobre fertilización.
Un contenedor de 8 L lleno de tierra rica y fértil para macetas aporta todos los nutrientes necesarios para el primer mes de crecimiento, pero el desarrollo podría ser lento.
Después de que las raíces hayan absorbido la mayor parte de los nutrientes disponibles, deben añadirse más para sostener un crecimiento vigoroso. A menos que estén enriquecidas, las mezclas inorgánicas requieren fertilización desde el principio.
La mayoría de las mezclas comerciales sin tierra están enriquecidas con oligoelementos. El metabolismo del cannabis cambia a medida que crece, y lo mismo sucede con sus necesidades nutricionales. Durante la germinación y el desarrollo de la plántula, la ingesta de fósforo es alta.
La fase de crecimiento vegetativo requiere mayores cantidades de nitrógeno para el desarrollo de hoja verde, y también se necesitan niveles sustanciales de fósforo y potasio.
Durante este estadio vegetativo, utiliza un fertilizante de uso general o de crecimiento, con un nivel alto de nitrógeno.
En la etapa de floración, el nitrógeno adopta un papel secundario frente al potasio, el fósforo y el calcio. Emplear un fertilizante de superfloración con menos nitrógeno y más potasio, fósforo y calcio favorece la formación de cogollos gruesos, pesados y densos. El cannabis necesita algo de nitrógeno durante la floración, pero muy poco. Sin nitrógeno, los cogollos no desarrollarán todo su potencial.
Las leyes exigen que las concentraciones de los nutrientes aparezcan de forma prominente en los envases de los fertilizantes, aunque la exactitud de los valores resulte dudosa.
Los nutrientes se miden según diferentes escalas, por lo que es difícil controlar la cantidad exacta de los preparados.
El resto de los nutrientes minerales aparecen en su forma elemental, la cual representa el contenido real. La mayoría de las veces, los elementos minerales que se emplean en las fórmulas de los fertilizantes aparecen en el etiquetado como compuestos químicos.
Los fertilizantes pueden ser hidrosolubles o parcialmente solubles (de liberación gradual). Ambos tipos de fertilizante pueden ser, a su vez, orgánicos o químicos.

4.5.1- Abonos químicos

Los propietarios de las tiendas locales saben mucho sobre el agua del lugar y las necesidades de los cultivadores.
La diversidad de fertilizantes hidropónicos que hay disponibles resulta sorprendente. Los comerciantes saben cuáles funcionan mejor en función del clima y el agua locales, así podremos desarrollar una solución nutriente o adaptarla para que funcione bien con nuestra agua.
Los abonos químicos solubles son una gran elección para el cultivo de interior en contenedores. Son fáciles de controlar, además de que pueden añadirse fácilmente al medio de cultivo o ser arrastrados (por lixiviación) fuera del mismo.
Gracias a los abonos solubles en agua, puede controlarse la cantidad exacta de nutrientes que está disponible para las plantas. En general, los abonos hidropónicos de alta calidad, que incorporan nutrientes alimentarios completamente solubles, son la mejor opción.
Los abonos químicos granulados funcionan bien pero pueden aplicarse en exceso con facilidad, haciendo que el sustrato se vuelva tóxico. Son casi imposibles de lixiviar lo bastante rápido para salvar la planta.

4.5.2- Abonos orgánicos

Cuando se cultiva de manera orgánica, hay que tener en cuenta las limitaciones de tierra y espacio, así como las necesidades sanitarias. El cannabis que se cultiva orgánicamente tiene un gusto más dulce, pero implementar un jardín orgánico de interior requiere conocimientos de horticultura.
Al aire libre, la jardinería orgánica resulta sencilla porque todas las fuerzas de la naturaleza están ahí para ser aprovechadas. En interior, pocos fenómenos naturales son fáciles y gratuitos. La naturaleza del cultivo de interior no conjuga con jardines orgánicos a largo plazo, pero se han aplicado algunas técnicas orgánicas con un éxito increíble.
Los nutrientes orgánicos, el estiércol, el humus de lombriz, la harina de sangre y de hueso, etc., funcionan muy bien a la hora de aumentar el contenido de nutrientes del sustrato, pero estos nutrientes se liberan y están disponibles a distintos ritmos. La disponibilidad de los nutrientes puede ser difícil de calcular, pero también resulta más difícil aplicar en exceso los abonos orgánicos. Los nutrientes orgánicos parecen estar disponibles de manera más consistente cuando se combinan unos con otros.
Habitualmente, los cultivadores emplean una mezcla con alrededor del 20% de humus de lombriz con otros agentes orgánicos para obtener una fuerte base de nitrógeno que esté disponible fácilmente. Fertilizan con guano de murciélago, el superabono orgánico de floración, durante la etapa floral.
Los jardines de interior que utilizan camas o lechos elevados permiten aplicar métodos verdaderamente orgánicos. Los lechos elevados disponen de tierra suficiente para retener los nutrientes, promover la actividad orgánica y, si se manejan adecuadamente, asegurar un aporte constante de nutrientes. Los lechos elevados deben tener suficiente masa de tierra para producir calor y fomentar la actividad orgánica fundamental.
Los jardines orgánicos al aire libre son fáciles de implementar y mantener. El uso de tés de compost, diferentes tipos de estiércol, compost y otros productos que ocupan espacio y huelen fuerte resulta mucho más sencillo al aire libre.

4.5.3- Alimentación foliar

Elegir el momento adecuado es clave para conseguir la mejor cobertura y absorción. Significa rociar los nutrientes o los bio-estimuladores sobre el follaje de forma que aumente la cantidad disponible de nutrientes, vitaminas, hormonas, etc.
La superficie cerosa (cutícula) que cubre el follaje del cannabis hace que su capacidad para absorber agua sea muy pobre. Esta barrera protege frente a los ataques de las plagas y enfermedades, pero también dificulta la penetración de las pulverizaciones.
Las hojas jóvenes son más permeables que las hojas más viejas. Los nutrientes y los aditivos penetran en las hojas inmaduras con más rapidez que en las hojas más viejas y endurecidas, y son más fáciles de dañar con las soluciones fuertes.
Se debe alimentar por vía foliar las plantas de cannabis sólo cuando se manifiesten síntomas de una deficiencia específica. La alimentación foliar es sólo un remedio rápido, y resulta fácil pasarse. Los niveles altos de nutrientes en el follaje hacen que las raíces dejen de absorber; esto es confuso para la planta.
Las pulverizaciones foliares pueden acumularse en el follaje. No se debe rociar las plantas más de una vez cada 10 días, y debemos mantener la concentración de la solución por debajo de 500 ppm, o con una EC inferior a 1,0.

4.5.3.1- Difusores y adhesivos

Para mejorar la efectividad de la fertilización foliar los cultivadores preparados utilizan sustancias (adyuvantes) de acción superficial.
Los difusores
Son agentes humectantes que reducen la tensión superficial de la solución y, al pulverizar, evitan que ésta quede sobre la hoja y acabe resbalando. Las gotas grandes y redondeadas en las hojas quieren decir que necesitas emplear un agente difusor. Las gotas planas que se deslizan por el follaje indican que hay demasiado agente humectante.
Existen difusores aniónicos, antiónicos y catiónicos. Los difusores aniónicos, que no ionizan el agua, son los más comunes y no reaccionan con los pesticidas. Los difusores antiónicos y catiónicos no suelen usarse.
Los adhesivos
Son agentes que ayudan a que la solución se fije a la hoja una vez pulverizada, de forma que no sea arrastrada cuando llueva o se forme rocío. Los adhesivos no sólo aumentan la fijación, sino que también reducen la evaporación y aportan una cubierta impermeable.
Algunos adhesivos son difusores al mismo tiempo. Los difusores adhesivos permiten que la solución penetre en los estomas.
Los extensores son agentes estabilizadores que protegen las soluciones pulverizadas contra la radiación UV y el calor, los cuales degradan los compuestos.
Los jabones y detergentes, líquidos o en polvo, también actúan como agentes humectantes. Sin embargo, no son tan efectivos como los que se emplean en la horticultura. Los agentes biodegradables son los que desaparecen antes. Los de silicona son, a su vez, insecticidas suaves que frenan las funciones vitales de las plagas.
La concentración de las pulverizaciones foliares es acumulativa. Los nutrientes aportados a través del follaje pueden causar, de forma similar a lo que sucede en el suelo, una acumulación de sales tanto en las hojas como alrededor de ellas.
La sobrefertilización puede llegar a ser uno de los mayores problemas para los cultivadores de interior. Un exceso de fertilizante provoca que los nutrientes (sales) se acumulen hasta alcanzar niveles tóxicos, alterándose la química del suelo. Cuando se sobrefertiliza, el crecimiento es rápido y lustroso hasta que se alcanzan niveles tóxicos. Llegados a este punto, las cosas se complican.
La posibilidad de sobrefertilización es mayor en cantidades pequeñas de sustrato, las cuales sólo pueden retener una pequeña cantidad de nutrientes. Una maceta o un arriate, si son de gran tamaño, pueden dar cabida a mucha más tierra y nutrientes, pero llevará más tiempo lixiviarlos en caso de sobrefertilización. Es muy fácil añadir demasiado abono en contenedores pequeños. Los contenedores grandes tienen una buena capacidad para retener nutrientes.
Para tratar las plantas sobrefertilizadas, lava la tierra con dos litros de solución nutriente diluida por cada litro de sustrato; de esta forma, se arrastrará el exceso de nutrientes.
Las plantas deberían empezar a crecer de nuevo y a tener mejor aspecto en una semana. Si el problema es grave y las hojas están rizadas, puede que haya que lixiviar el sustrato varias veces. Una vez que las plantas hayan retomado el crecimiento normal, aplica la solución diluida de fertilizante.

4.6- Aditivos

La mayoría de los aditivos provienen de la industria de los invernaderos o han sido desarrollados para los cultivadores orgánicos.
Durante los últimos años, han aparecido numerosos aditivos o suplementos de cultivo en el mercado. Muchos de estos aditivos cumplen con su cometido y funcionan rápidamente; sin embargo, al hacer un cultivo corto, de ocho a diez semanas, algunos de estos aditivos no tienen tiempo de realizar su función adecuadamente si se añaden cuando se acerca el fin del ciclo de floración.
Por lo general, estos aditivos contienen un cóctel a base de los elementos que aparecen a continuación en la siguiente lista. Esta nos dará una idea de cuáles son los aditivos específicos y de cómo se emplean.
Ácido absícico (ABA)
El ácido absícico es una hormona natural que asiste a la planta en su adaptación a las circunstancias ambientales de estrés, como pueden ser la sequía o las temperaturas frías.
Durante el invierno, el ABA convierte las hojas en escamas duras que cubren el meristemo, protegiéndolo de los daños producidos por el frío o por la deshidratación. En caso de que se presente una primavera temprana, el ABA también prolonga el periodo de latencia, evitando brotes prematuros que podrían ser dañados por las heladas.
El uso de ABA en el jardín puede mejorar la resistencia de las plantas frente a la sequía y otras condiciones adversas, así como mejorar su comportamiento, su productividad y su fortaleza.
Acido ascórbico (Vitamina C)
Se piensa que la vitamina C hace que se desarrollen cogollos más duros y con un peso mayor, y que actúa como antioxidante. Suele combinarse con fructosa, melazas o azúcar, y se añade a la solución nutriente durante las dos últimas semanas antes de la cosecha. Sin embargo, algunos botánicos creen que aunque la vitamina C es muy importante para combatir los radicales libres que se crean como subproducto de la fotosíntesis, las plantas elaboran su propia vitamina C, así que no están dispuestos a reconocer ningún beneficio derivado de añadirla a la mezcla de nutrientes.
Aspirina
El ácido salicílico es una hormona vegetal, asociada al sauce, que se produce naturalmente.
Es efectiva en la prevención frente a elementos patógenos debido a que acelera la llamada resistencia sistémica adquirida (SAR), por lo que se reduce la necesidad de pesticidas. El ácido salicílico (AS) bloquea el ácido absícico (ABA), permitiendo que la planta vuelva a la normalidad tras un periodo de estrés; algo a tener en cuenta si se está usando ABA para fortalecer las plantas.
La aspirina puede utilizarse en pulverización, en remojo o añadiéndola al compost y a los compuestos de enraizamiento. Una solución de 1:10.000, empleada en pulverización, estimula la respuesta SAR, y sus efectos se prolongan durante semanas e incluso meses. El agua de sauce también es popular como baño para estimular el enraizamiento.
Auxinas
Representan un grupo de hormonas vegetales que regulan el crecimiento y el fototropismo. Están asociadas a la elongación de las células de las plantas que hacen que las ramas crezcan verticalmente, inhibiendo los brotes laterales.
Podar las puntas de las ramas reducirá el nivel de auxinas y estimulará un crecimiento lateral y arbustivo, al tiempo que inducirá la formación de raíces nuevas.
Las sintéticas son más estables y se conservan durante más tiempo que las soluciones naturales. Suelen emplearse principalmente para fomentar el crecimiento de las raíces y promover la floración, pero pueden usarse también como herbicida contra las malas hierbas de hoja ancha, como el diente de león.
Bacterias
La presencia de estos organismos en el medio de cultivo produce plantas más fuertes y sanas, requiriendo por tanto, menos intervención química Las bacterias como los hongos micorriza y las rizobacterias son extremadamente beneficiosas en el cultivo orgánico.
El actino-hierro es un aditivo comercial para el sustrato que contiene microbios del tipo Streptomyces Lydicus. Aplicado a la tierra, las bacterias crecen alrededor del sistema de raíces, protegiéndolo de patógenos dañinos y produciendo sustancias fungicidas. El actino-hierro también contiene ácido fúlvico y hierro, los cuales sirven de alimento a las plantas. En especies perennes, los efectos duran una temporada. Para las plantas anuales, están presentes durante todo el ciclo vital.
Ácido fólico b-9
No se conocen muy bien los efectos del B-9 en las plantas. Parece servir para la transferencia de energía dentro de la planta, e inhibe la enzima que produce el ácido giberélico, dando como resultado una planta más baja y arbustiva sin recurrir a la poda.
El ácido fólico puede usarse en pulverización foliar o para empapar el sustrato.
Celulasas
Las celulasas son un grupo de enzimas que actúan en la zona de las raíces para descomponer materiales orgánicos que podrían pudrirse y causar enfermedades. La materia muerta se convierte en glucosa y es devuelta al sustrato para ser absorbida por la planta.
Puede usarse en jardines acuáticos para limpiar los lodos orgánicos.
Colchicina
Es un alcaloide que se prepara a partir de granos y semillas del Colchicum autumnale, la planta que también produce el azafrán. El polvo, de color amarillo pálido, es soluble en agua.
Es muy tóxica y no produce ningún cambio en la potencia, por lo que se aconseja no utilizarla.
Citoquininas
Son hormonas vegetales derivadas de la purina adenina, siendo la zeatina la más común de todas ellas.
Se sintetizan en las raíces, promoviendo la división celular, el desarrollo de los cloroplastos y el desarrollo y senescencia de las hojas. Como aditivo, las citoquininas que se usan más frecuentemente derivan del alga Ascophyllum nodosum.
Añadidas a la tierra o pulverizadas sobre las plantas, las citoquininas ayudan a la planta para que haga un uso más eficiente de los nutrientes y el agua, incluso en situaciones de sequía. El resultado es una planta más saludable y un aumento de la cosecha.
Debe tenerse cuidado al aplicar las citoquininas junto con otras hormonas vegetales. Muchas fórmulas comerciales contienen un cóctel que incluye hormonas como las auxinas y las citoquininas, que funcionan unas contra las otras.
Enzimas
Son catalizadores biológicos de las proteínas que fueron cristalizados y aislados por primera vez en 1926.
Las enzimas aceleran el ritmo de las reacciones pero no cambian como resultado de esta acción. Se añaden a los abonos y a los aditivos para acelerar la actividad biológica y la toma de nutrientes por parte de las raíces.
La mayoría de las reacciones enzimáticas tienen lugar dentro de un rango de temperatura entre 30 y 40 ºC, y la actividad de cada enzima tiene un rango óptimo de pH. La mayoría de las enzimas sólo reaccionan con un pequeño grupo de compuestos químicos que tienen una relación estrecha entre ellos.
Se han identificado más de 1.500 enzimas. Las enzimas están agrupadas en seis clases principales y existen muchas subclases.
Gas etileno
El gas etileno es una hormona reguladora del crecimiento que activa el envejecimiento y la maduración de las flores, al tiempo que previene el desarrollo de los cogollos y retrasa el crecimiento de la planta. Es usado principalmente por cultivadores de verduras, los cuales fuerzan la maduración de cara al mercado.
Flower Saver Plus
Producto comercial que contiene hongos micorriza, los cuales establecen una relación simbiótica con las plantas al adherirse al sistema de raíces. Los hilos de micorrizas se adentran en el tejido de las raíces y, a continuación, crecen en el sustrato, logrando llegar a más agua y nutrientes de lo que podría encontrar la planta por sí sola. A cambio, los hongos micorriza reciben un entorno protegido y los azúcares que necesitan para crecer bien.
El uso de micorrizas mejora la profundización de las raíces, acelera la maduración y aumenta la resistencia frente a la sequía y las enfermedades. Un sistema de raíces de mayores dimensiones también mejora la estructura del sustrato, promoviendo un mejor movimiento del aire y el agua.
Ácido fúlvico
Es una sustancia orgánica que se produce naturalmente como resultado de la acción microbiana sobre las plantas en descomposición. Al absorberse dentro de la planta, el ácido fúlvico permanece en los tejidos y hace las funciones de un antioxidante potente, al tiempo que aporta nutrientes y actúa como bioestimulador. El ácido fúlvico es una fuente excelente de nutrición para los hongos micorriza.
Los cultivadores pueden producir ácido fúlvico mediante el compostaje, o adquirir el producto en tiendas. Está disponible en formas adecuadas para hidroponía o medios con tierra.
Giberelinas
El ácido giberélico (AG) puede adquirirse en un producto comercial, como Mega-Grow, y se utiliza para extender la temporada de cultivo y forzar floraciones más largas.
Es una hormona de crecimiento vegetal que se da en la naturaleza y que actúa con las auxinas para acabar con el estado de latencia, estimular la germinación de la semilla y hacer que crezcan tallos largos. Para un mejor efecto, emplea el AG en combinación con fertilizantes y mézclalo con el agua de riego. Los resultados pueden verse en pocas semanas.
Según la Hoja de Datos sobre Seguridad de los Materiales (Material Safety Data Sheet), el GA es muy peligroso para los seres humanos, y no aconsejo su utilización; sin embargo, los anuncios de las tiendas afirman que el producto es seguro.
Ácido húmico
Se forma por la descomposición de sustancias orgánicas, que principalmente proceden de la vegetación. Aplicados al sustrato, fomentan el crecimiento de tejidos fuertes y ayuda al transporte de los nutrientes. Las plantas desarrollan un follaje más grueso y son más resistentes a la sequía y las enfermedades.
Las tierras pobres pueden mejorarse mediante el ácido húmico, que aumenta la capacidad para retener agua y la aireación en tierras arcillosas, y libera nutrientes bloqueados en la arcilla.
Puede usarse como baño para las raíces o pulverizarse directamente sobre la tierra.
Los ácidos húmicos se extraen de sustancias húmicas que se hallan en la tierra. El color varía entre amarillo (ácido fúlvico) y negro (humina), pasando por marrón (ácido húmico).
El ácido fúlvico es la fracción de las sustancias húmicas que es soluble en agua con cualquier valor de pH. El ácido fúlvico permanece en solución después de que el ácido húmico se haya disipado debido a la acidificación. La humina es la fracción de materia orgánica de la tierra que no se disuelve cuando el sustrato se trata con álcali diluido.
Peróxido de hidrógeno
El peróxido de hidrógeno (H2O2) es similar al agua, pero lleva una molécula añadida e inestable de oxígeno, la cual puede descomponerse en un átomo reactivo y unirse a otro átomo de oxígeno o atacar una molécula orgánica.
Utilizado en horticultura, el peróxido de hidrógeno proporciona beneficios diversos al limpiar el agua de sustancias perjudiciales, como esporas, materia orgánica muerta y organismos causantes de enfermedades, al tiempo que previene el desarrollo de nuevas infecciones. Elimina el metano y los sulfatos orgánicos, que se encuentran a menudo en el agua de pozo, así como el cloro del agua del grifo.
El peróxido de hidrógeno resulta especialmente útil en hidroponía, donde el exceso de riego puede suponer un problema. Previene la escasez de oxígeno en el agua que rodea las raíces, provocando un mejor crecimiento de éstas. Puede utilizarse una solución de peróxido de hidrógeno para esterilizar las semillas, dando como resultado índices de germinación más altos.
El peróxido de hidrógeno es peligroso en concentraciones elevadas (35%), pudiendo dañar la piel, la ropa y casi todo lo que toque. Reducid la concentración hasta un nivel parecido al que puede encontrarse en las farmacias (3%), aunque aún habrá que diluirlo aún más antes de usarlo. No obstante, esta proporción no resulta tan tóxica para los jardineros.
Ácido 3-indolbutírico (AIB)
Es una de las hormonas de crecimiento llamadas auxinas. Su uso más frecuente y efectivo es como hormona de enraizamiento. La aplicación de IBA ayuda a generar raíces, al desarrollo de una mayor masa de raíces y a mejorar el crecimiento y la producción de las plantas.
Hay muchas fórmulas comerciales que están disponibles en forma de sales hidrosolubles. Los esquejes pueden sumergirse antes de plantar. Las raíces pueden remojarse o rociarse, o la tierra puede bañarse, durante el trasplante.
Una vez establecidas, las plantas deberían ser tratadas en intervalos de tres a cinco semanas durante la temporada de crecimiento. Tras la cosecha, el IBA puede emplearse para fomentar la regeneración de las flores.
lsopentil adenina (IPA)
Es una citoquinina que se produce naturalmente, pero se produce de forma sintética como bencilaminopurina (BAP) para su uso en bioestimuladores comerciales. Actúa durante la fase de crecimiento de las plantas, mejorando el transporte de los nutrientes.
La glicina betaína, en la solución, aporta una barrera frente al estrés ambiental. El producto se utiliza como parte de un programa establecido de nutrición. Puede ser rociado justo antes de que se apaguen las luces, o puede añadirse al medio de cultivo.
También tiene propiedades antiestrés y mejora el transporte de los nutrientes. Estimula la floración, reduce el tiempo de crecimiento de las plantas e incrementa la división celular y el crecimiento lateral de las raíces. Las flores son más grandes y pesadas, y tienen un color más vivo.
Rhizobium
Es el nombre que se ha dado a un grupo de bacterias que infectan las raíces de las leguminosas y crean nódulos que actúan en simbiosis con la planta. Los rizobios requieren plantas huésped específicas, y no funcionan en todos los cultivos.
Con la planta huésped apropiada, sin embargo, los rizobios mejoran la fijación del nitrógeno, aportando una fuente adicional de nitrógeno simultáneamente.
El rizhobium es más efectivo cuando se añade al agua de riego, pero puede incorporarse en sistemas de goteo o directamente en la tierra.
Los beneficios dependerán de la unión adecuada entre la especie cultivada y el rhizobium. Se recomienda inocular el cultivo en intervalos de tres a cinco años.
Spray-N-Grow
Es el nombre comercial de una solución de vitaminas y nutrientes que incluye bario y zinc. Se pulveriza sobre las plantas para proporcionarles micronutrientes a través del follaje, técnica de la cual se dice que resulta más efectiva que la nutrición de las raíces.
Las plantas crecen más deprisa, florecen antes y con más profusión, y tienen raíces más grandes y un contenido más elevado de vitaminas, minerales y azúcares.
Como se absorbe a través de las hojas, Spray-N- Grow actúa rápidamente, entre siete y treinta días. Las plantas tiernas obtendrán los beneficios antes que las plantas leñosas. Puede usarse en todo tipo de medios de cultivo como complemento del régimen alimenticio establecido. No contiene compuestos químicos y es seguro para las personas y los animales domésticos.
Azúcar
Se dice que las melazas, la miel y demás azúcares incrementan la actividad microbiana, aumentan el crecimiento y hacen que las plantas usen el nitrógeno de manera más efectiva.
Las melazas elevan el nivel de energía de la planta y tienen una acción suave como fungicida natural. La melaza es el ingrediente secreto de muchos abonos orgánicos.
Trichoderma (002/003)
Son hongos que colonizan la zona de las raíces, expulsando a los hongos y microorganismos perjudiciales al mismo tiempo que estimulan el desarrollo de las raíces y la resistencia al estrés ambiental. El resultado es una planta más fuerte y vibrante.
Canna fue la primera empresa de la industria del cultivo de interior que empezó a vender un producto comercial con hongos Trichoderma como estimulador del crecimiento.
El producto puede aplicarse a las semillas, emplearse al trasplantar, mezclarse con abonos líquidos o a través de sistemas de riego por goteo y/o añadirse al agua de riego.
El Trichoderma de Canna contiene organismos vivos que se reproducen tras su aplicación, de manera que una cantidad pequeña tendrá un efecto pronunciado. No es tóxico y resulta seguro para el medio ambiente.
Zeatina
La zeatina es una de las hormonas de crecimiento conocidas como citoquininas. Durante la germinación, la zeatina se traslada del endosperma hasta la punta de la raíz, donde estimula la mitosis.