10- Realizarás el curado para obtener la máxima calidad

El curado es la operación que permite que los cogollos sequen poco a poco, aumentando los efectos de la marihuana y haciendo que la cosecha prenda bien al fumar y tenga buen sabor.

10.1- El curado paso a paso

Iniciaremos el curado una vez hayamos secado las ramas de la planta al aire, colgando de mallas o de otras formas (como se ha visto en el capítulo anterior) durante un espacio de 5 a 7 días.
La primera semana de curado elimina la humedad interior. De esta forma se evita la aparición de moho y al secar se activa el efecto psicoactivo del THC de la planta.
Para realizar el curado introduciremos los cogollos en un recipiente hermético protegido de la luz, que abriremos de 5 a 10 minutos al día para que salga la humedad. El ambiente donde vaya a estar el contenedor tiene que ser fresco y seco.
Podemos potenciar el secado envolviendo en papel algunos cogollos delicadamente.

10.2- Recipientes para el curado

Si la cosecha es pequeña, lo más recomendable es utilizar tarros de cristal con junta de goma o similar. También se pueden encontrar bolsas de plástico herméticas, aunque algunos consumidores dicen que afecta al sabor, algunas con efecto antirreflectante, para evitar que llegue la luz.
Para cosechas abundantes podemos utilizar cubos de plástico herméticos que pueden contener 5 kg o más. En este caso, hay que remover los cogollos para que sequen al mismo tiempo.
Estos contenedores de plástico de gran tamaño hay que abrirlos varias veces al día, dejando la tapa abierta 5 o 10 minutos.
Dependiendo de la humedad, los cogollos estarán secos en varios días o en un par de semanas.
Si notamos que algunos cogollos no están secando correctamente los podemos separar e introducir en una bolsa de papel cerrada con varias dobleces.
Inspeccionaremos estos cogollos varias veces al día para comprobar que están secando bien. En cuanto veamos que ya se han secado, porque crujen al apretarlos suavemente con los dedos, volveremos a introducirlos en el contenedor.

10.3- Cómo saber si la marihuana ya está lista

Dependiendo de la humedad, los cogollos estarán secos en un plazo de tiempo que va de varios días a un par de semanas.
Podemos comprobar si éstos están totalmente secos presionándolos suavemente con los dedos para ver si crujen, o mediante el peso que ha perdido por la humedad que ha evaporado durante la fase de secado y curado.
Los cogollos deben perder un 75% de su peso para estar secos. Por tanto, podemos pesarlos al cortarlos y comprobar en qué momento llegan a un 25% del peso inicial. Por ejemplo, 10 kg. de cosecha verde debería pesar una vez seca por completo 2,5 kg.

10.4- Conservación y envasado

Un envasado correcto es esencial para que la cosecha conserve todas su propiedades de sabor y potencia.
Es importante realizar un envasado al vacío de la cosecha, en recipientes de cristal con cierre hermético. Habrá que vigilar que el vacío se mantiene, comprando estos recipientes en grow shops o tiendas especializadas donde nos garanticen que el recipiente es totalmente hermético.
Estos tarros los depositaremos en la nevera, cuidando que estén perfectamente cerrados, porque si no es así la humedad del frigorífico podría dañar la cosecha.
Si guardamos esta cosecha de este modo, durante un mes o más, obtendremos la máxima potencia de los efectos de la marihuana.
Guardarla en el congelador no es una buena opción porque degrada la resina.
Otra forma de envasar consiste en comprar un aparato de envasado al vacío, que permite cerrar las bolsas de plástico con los cogollos herméticamente, de forma que estén protegidos de la humedad de la nevera, donde los guardaremos.

10.5- Cómo hacer hachís

El hachís es la resina de los tricomas, o pelilos, de los cogollos.
Ésta se puede recolectar fácilmente, con varios métodos que veremos a continuación, y después la moldearemos y prensaremos.
El rendimiento de resina que obtenemos de la planta varía dependiendo de la calidad resinosa de la misma y de la retirada de hojas y partes sin resina antes de iniciar el proceso de obtención de hachís.
Las plantas de interior producen más resina, al estar menos expuestas, las variedades índicas también producen más hachís.
Si las plantas son de variedad sativa, tendrán los tricomas más pequeños y tendremos que usar tamices más finos.
Para obtener un hachís sin restos perjudiciales para la salud, durante el mes previo a la cosecha evitaremos utilizar fertilizantes químicos, lo mejor es usar productos orgánicos hidrosolubles durante este periodo.
Regaremos la planta con agua entre 7 y 10 días antes de la cosecha para limpiar las raíces y conseguir así un hachís limpio de sabor dulce.

10.5.1- Métodos para recoger la resina

Para recolectar la resina de las cabezas de los tricomas se recomienda congelar la planta. Esto permite separar las cabezas más fácilmente, pues quedan quebradizas.
Después agitaremos estas partes resinosas en un tamiz, obteniendo el polvo de resina, o polen.
También podemos emplear los trozos de los recortes de la manicura para congelarlos y obtener hachís con este método. Bastará con esperar poco más de una hora para que estén listas para tamizarlas.
Otro método para extraer la resina es el que emplea agua fría y unas mallas o tamiz.
Estos métodos son mejores que la separación manual de la resina, donde se desperdicia mucha cantidad que cae durante la manipulación, y son más higiénicos.
Para obtener hachís con este método comprobaremos primero que tenemos las manos secas, para que la resina se pueda adherir. Solo tendremos que frotar los cogollos y las partes con resina con los dedos, unos 30 segundos para cada cogollo. Poco a poco, cuanta más hay más rápido es el proceso, la resina se va acumulando en las manos.
Cuando ya se haya acumulado bastante, frotaremos las palmas de las manos para ir creando una bola. Con esta misma pieza, podemos retirar los pequeños restos que quedaron adheridos frotándola sobre ellos.
Con este método lento, se puede tardar todo un día para obtener solo 10 gramos. En la India se denomina ‘chara’ al hachís prensado a mano.
Como ya hemos comentado antes (ver mandamiento 8, sobre la cosecha), la resina también puede obtenerse  al cosechar los cogollos, raspando los restos resinosos en las tijeras o usando guantes que congelaremos para poder retirar la resina.

10.5.1.1- El cribado con tamiz

El tamiz es la malla que nos permitirá separar las glándulas de resina, donde hay más concentración de THC, del resto de la planta. Esta operación, o cribado, solo aprovecha como mucho la mitad de la resina con THC de la planta.
Este es un método sencillo, aunque genera ciertas impurezas en el hachís obtenido.
Para la recolección de la resina utilizaremos como mínimo dos tamices, uno de mayor grosor para realizar una primera criba, y otro más fino que solo dejará pasar las bolitas de resina.
Estas mallas las puedes encontrar en grow shops o en tiendas de bellas artes, para serigrafía. También puedes adquirirlas con un marco.
El primer tamiz tendrá agujeros de unas 135/150 micras. El segundo, de 50 a 60 micras, con lo que solo pasarán las glándulas jóvenes, porque las maduras son más gruesas.
A partir de las 66 hasta unas 150 micras de diámetro de los agujeros de las mallas se obtiene un hachís de calidad.
Como ya hemos comentado antes, para realizar esta operación la planta tiene que estar lo más seca posible, por lo que se recomienda enfriarlas en la nevera a 5º en un recipiente hermético para que no le afecte la humedad.
La humedad relativa del ambiente también puede perjudicar la operación, si es muy elevada puede taponar el tamiz, y reverdecer la cosecha que ya estaba seca.
Hay que recoger la resina que se desprenda por sí misma al agitar el tamiz, sobre el cual colocaremos los cogollos desmenuzados. Si apretamos los cogollos contra el tamiz solo conseguiremos un hachís verde de baja calidad, porque se filtrarán pistilos y otras partes de la planta.
Si apretamos la cosecha sobre la malla también podemos romper glándulas de resina perdiendo así su efecto. La única presión que podemos hacer será muy débil, moviendo los cogollos adelante y atrás con una tarjeta de plástico o similar.
Recogeremos el polvo que atraviesa el tamiz y lo prensaremos para obtener el hachís. El calor que genera esta operación permite que todas las partes queden unidas.
Esta operación la podemos realizar también con tamices motorizados. Si se utiliza el método de un tambor giratorio, lo llenaremos hasta la mitad, para que la marihuana se pueda mover dentro.
Tendremos en cuenta que la primera resina que se deposita en la base del tambor es la más fina y de mayor calidad (entre unos 2 y 5 minutos de agitación). Esta resina es tan pura que al calentarse al fumar burbujea.
El segundo tipo de resina de calidad lo obtendremos de 5 a 6 minutos de agitación con el tambor eléctrico, y la de tercera calidad al agitar más de 6 minutos.

10.5.1.2- Recolección con agua

Para separar la resina el método más sencillo consiste en sumergir la cosecha en agua, las glándulas de resina se separan y quedan en el fondo, debido al aceite que contienen, separadas de las hojas, que quedarán flotando en la superficie.
El agua deberá estar fría (uno 5º) para la que la separación sea óptima y una cantidad de agua 10 veces mayor en peso al de la cosecha que vayamos a introducir. Moveremos la mezcla agitándola durante varios minutos.
Podemos incorporar el uso de mallas a este método, de manera que la resina pase a través de los agujeros y el resto de hojas y otras partes de la planta, queden dentro de la bolsa. Algunos métodos emplean hasta 15 bolsas para separar resina de diferente calidad.
Esta forma de separación nos dará un hachís de más calidad, del tipo que burbujea al quemar.
Existen también aparatos como el Ice-O-Lator o lavadoras que nos ayudan a separar la resina de la mejor manera, facilitando la operación.
Una vez obtenida la resina la dividiremos en partes separadas para su prensado, de esta manera eliminamos toda el agua que quede, lo que podría generar hongos. Se puede prensar con una malla y colocar debajo papel.
Este primer prensado será delicado para no romper las glándulas de resina, esperaremos a compactarlo cuando ya se haya secado.
Otra opción es coger el polen mojado y frotarlo con las manos hasta formar una bola de aceite. Veremos cómo el agua se va escurriendo. Esta bola la podemos introducir en el congelador para que los restos de agua que queden en el interior salgan hacia afuera en forma de escarcha, permitiendo un fácil retirado.
Antes de prensar el hachís esperaremos a que se haya secado en el tamiz
Cuanto más negro está el hachís es porque tiene más tiempo y se ha oxidado más, mientras que las piezas más blancas contienen resina joven y potente.

10.5.2- El prensado del hachís

El prensado de la resina permite que el polvo, o polen, no se esparza y se pueda manipular y conservar mejor.
El polvo de resina puro es muy fácil de moldear, pero si contiene impurezas estará más duro y habrá que reblandecerlo con calor y prensarlo a más presión. También podemos añadirle algunas gotas de alcohol de alta gradación.
Este prensado puede hacer de forma manual o mediante prensas mecánicas. Si se trata de resina extraída con agua habrá que prensarla primero en un envoltorio de plástico, para que se pueda compactar más sin que se pierda resina.
El prensado a mano tarda de 10 a 30 minutos. Pondremos unos 4 gramos de polvo en la palma de la mano y frotaremos las palmas para moldear la resina después con el dedo pulgar, hasta formar una bola.
En la operación se desprenden aceites de las cápsulas de resina rotas que impregnan de olor la pieza. La masa también se volverá más oscura en la capa exterior, a causa de la oxidación de los aceites.
Podemos conservar el polen y prensar a mano solo la porción que queramos fumar, para que el hachís tenga la mayor frescura.
Instrumentos para prensar
Podemos prensar el hachís con cualquier instrumento doméstico como un rodillo o una botella llena de agua templada. Antes de prensarlo lo introduciremos en un film plástico.
Este tipo de prensado produce una fina oblea de hachís que se puede fumar directamente en pipa.
El prensado mecánico permite hacer placas más grandes, con forma rectangular. Hay que introducir el polen en una bolsa de celofán, sellarla y abrir en ella unos pequeños agujeros. Luego lo pondremos dentro de un molde y presionaremos con un gato hidráulico.
Estos moldes suelen contener 100 gr. de hachís.
Si la resina se ha extraído con agua tendremos que asegurarnos de que está seca para poderla introducir en el molde, porque si quedara humedad se formarían hongos.
Otro método, utilizado en Marruecos, consiste en martillear el polen e ir plegándolo sucesivamente. Previamente introduciremos el polvo en una bolsa de plástico sellada y resistente y la colocaremos entre dos placas de madera.
Este tipo de hachís suele presentar una capa exterior de color marrón negruzco brillante, debido a la oxidación del martilleo ya a haber estado envuelto en celofán.
El hachís extraído con agua a veces también presenta un color negro debido a la oxidación del aceite.

10.6- Obtención de mantequilla, aceite de cocina y tinturas

La disolución de la marihuana en mantequilla, aceite o alcohol es otra opción de consumo. Con estos métodos mantenemos el 80% de cannabinoides de la planta.
Hay que tener cuidado con las dosis que se consumen, pues los efectos se potencian al ingerirla.
Elaboración de mantequilla
Para medio kilo de mantequilla, añadiremos 1,5 l de agua y 112 gramos de hojas. Lo coceremos a fuego lento durante dos horas removiendo la mezcla de vez en cuando.
Después, colaremos la mezcla en un escurridor  y apretaremos la malla para extraer todo el líquido. Dejaremos que la mezcla líquida repose y se enfríe durante 2 horas más o la introduciremos en el frigorífico.
Cuando veamos que la mantequilla queda flotando ya podemos recogerla y emplearla en cualquier receta.
Elaboración de aceite
Sumergiremos 112 gramos de hojas en 1,5 l de agua y 1l de aceite vegetal, mejor que no sea de oliva ni cacahuete para poderlo separar mejor.
Lo calentaremos a fuego medio y removeremos. Cuando entre en ebullición taparemos el cazo y dejaremos que cueza a fuego lento durante dos horas removiendo cada cierto tiempo.
Transcurrido este tiempo, colaremos la mezcla en un escurridor y apretaremos la malla para extraer todo el líquido de las hojas y materia vegetal.
Dejaremos que la mezcla líquida repose y se enfríe durante 2 horas o la introduciremos en el frigorífico para mayor rapidez. Entonces, tras reposar durante este tiempo, se produce la separación del aceite del agua.
Emplearemos este aceite para cocinar, si lo queremos usar durante más de un mes hay que congelarlo.
Posteriormente dejaremos la mezcla en el congelador, entre 4 y 6 horas y separaremos el aceite.
No hay que confundir el aceite de cannabis para cocinar con el aceite para fumar. Este último no es recomendable, pues para su extracción se necesitan sustancias químicas que pueden ser tóxicas. El modo de uso consiste en poner una gotas del aceite en el papel de fumar, hay que tener cuidado con la dosis porque es muy potente.
Tinturas en bebidas alcohólicas
Otra forma de uso de la resina es la realización de tinturas, donde extraeremos los principios activos de la planta disolviéndolas en alcohol.
En esta opción se aprovecha el 60% del THC de las hojas y, como se ha comentado con la marihuana ingerida, tiene un efecto muy fuerte pero aún más rápido que si se mezcla con comida.
Para ello podemos emplear cualquier alcohol de consumo humano, teniendo en cuenta que cuantos más grados tenga más potente será el resultado en cuanto a extracción de cannabinoides.
Si deseamos extraer el máximo potencial de la planta pero no queremos beber alcohol podemos dejar que éste se evapore hasta que prácticamente desaparezca, ya que no reduce los efectos de la marihuana en la tintura.
El procedimiento consiste en introducir las hojas (mejor enteras) en agua a unos 32º (2L para unos 110 gramos). Posteriormente eliminaremos este agua verdosa para eliminar la clorofila, e introduciremos las hojas con 1L de bebida alcohólica de 80º.
Removemos la mezcla y la taparemos, dejándola macerar durante 48 h. Pasado este tiempo abriremos la tapa y dejaremos la tintura al aire durante al menos 12 h. para que parte del alcohol se evapore.
Colaremos después esta mezcla en un filtro de café para eliminar todas las impurezas y listo.
Normalmente se obtienen dos tazas de tintura para esta cantidad, que podemos concentrar más si la hervimos.
Estas tinturas se guardarán en lugar fresco y seco y pueden añadirse a bebidas o recetas de cocina.
La extracción de tinturas con disolventes volátiles no es aconsejable por los gases tóxicos que desprenden.

10.7- Conservación del hachís

Guardaremos el hachís en un lugar fresco y seco, ya que la humedad y las altas temperaturas deterioran la resina.
Podemos introducirlo en tarros de cristal herméticos en un armario, con sobres de gel de sílice dentro para que neutralicen la humedad, o meterlo en el congelador, si se quiere mantener durante más tiempo.