9- Secarás la cosecha con especial cuidado

El secado es una tarea muy importante. Una planta verde o mal secada no tiene potencia en sus efectos, o estos son casi nulos.
Cuando los cogollos se secan, el THC de su resina pasa de ácida a no producir ningún efecto a neutra y psicoactiva.
El secado también permite que el agua y otras sustancias se evaporen. Aunque para eliminar esta parte, que supone el 75% del peso de la planta, tendremos que esperar un tiempo.
Cuando cortamos las plantas el fluido de la savia continúa moviéndose internamente y mantienen la humedad, por eso inicialmente tardan más en secarse.
El secado comienza por las células exteriores y debido a este fluido interior, se va extendiendo por toda la planta de forma regular.
A veces se quiere secar la cosecha muy rápido, pero así solo se consigue un mal sabor y mala combustión al quemar, debido a los nitratos, clorofila, almidón y pigmentos que quedan sin evaporarse en la planta.
Lo mejor es dejar que las plantas sequen de 5 a 7 días o más. De esta forma, los cogollos tendrán un sabor dulce y harán un humo suave.
Como ya se vio en el capítulo anterior, se recomienda antes de secar quitar las hojas grandes, realizar la manicura cortando las puntas de las hojas pequeñas y retirar los cogollos de los tallos.
Además, los cogollos que se han secado correctamente lo hacen de manera uniforme, lo que permite que una vez secos ardan bien. A medida que los pigmentos se descomponen el aroma y gusto mejoran cada vez más.

9.1- Condiciones ambientales propicias para el secado

Cuando hayamos realizado la manicura prepararemos las condiciones ambientales propicias para un buen secado controlando regularmente la temperatura y humedad del aire con un termómetro y un higrómetro.
-Dejar la cosecha en total oscuridad
-La temperatura: el aire debe tener una temperatura entre 18 y 24ºC
-La humedad: debe encontrarse entre el 45 y el 55%.
Las temperaturas por debajo de los 18º hacen aumentar la humedad, si ésta llega al 80% se está en peligro de que los cogollos desarrollen moho.
Las temperaturas por encima de los 24º provocan que los cogollos sequen rápidamente haciendo que la humedad baje del 40% hace que los cogollos retengan clorofila –con sabor a verde- y que provoque un humo muy denso al fumarlos.
La cosecha que se seca a temperatura muy alta produce cogollos que se rompen fácilmente y con menor sabor y olor.
Si detectamos una humedad por debajo de 40% en el cuarto de secado hay que reducir el movimiento de aire al mínimo para retrasar el secado.

9.2- Espacio para el secado

Una cosecha pequeña se puede secar en una caja cerrada de cartón o madera con agujeros en la parte inferior y superior, que guardaremos en un armario o habitación oscura.
Si secamos en estos recipientes hay que darles la vuelta a las hojas y cogollos para que el flujo de aire sea homogéneo para toda la cosecha, así evitaremos ataques de hongos.
También se puede poner hilo dental de un lado a otro de la caja para colgar los cogollos y hacer líneas de secado. O colocar cuerdas para que los cogollos sequen al aire.
Si forramos la caja con plástico o papel de aluminio podremos recoger las glándulas de resina que caen al fondo. Sellaremos las juntas de las cajas para que las glándulas no se salgan.
Hay que revisar el secado a diario y si vemos que los cogollos se están secando demasiado rápido abriremos la caja para permitir la entrad de humedad y la situaremos en un lugar más fresco.
Se puede montar un secadero fácil de trasladar con un tendedero plegable del que dejaremos colgar los racimos de cogollos y después taparemos con una tela oscura.
También podemos colocar debajo un ventilador para que seque antes la cosecha.
Otra opción es construirse un secadero con tablones de madera, de donde colgaremos los cogollos, o construir paredes con plástico rígido negro fijados al techo y a suelo con cinta para conductos.
El secado de una cosecha grande nos obliga a disponer de un espacio amplio, como una habitación, buhardilla o caseta.
Se puede instalar mallas de secado con redes de plástico para agricultura que fijaremos a un marco de madera con grapas. Entre los distintos pisos colocaremos separadores de entre 8 y 15 cm para que circule el aire.
En esta opción se recomienda dejar secar 2 o 3 días la cosecha al aire, antes de colocarla en las mallas de secado. Una vez instalados en las mallas hay que darles la vuelta diariamente para tener un secado uniforme.

9.3- Tiempo para el secado

El secado de los cogollos es más lento que el de las hojas, y cuanto más grueso sea éste más tardará en secar.
Dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad del ambiente y el tamaño de los cogollos, el tiempo de secado antes de pasar a la última fase de curado variará.
En unas condiciones controladas, los cogollos densos y gruesos pueden tardar de 10 a 12 días en secar, mientras que otros más pequeños podrían estar listos en un plazo de 5 a 7 días.
Podemos comprobar si el cogollo ya está seco presionando el cogollo para detectar si tiene todavía humedad. El cogollo deberá estar seco pero no quebradizo.
Otro método consiste en doblar los tallos, si estos se quiebran ya podremos pasar a su curado.

9.4- Cómo guardar los cogollos

Los principales enemigos de la cosecha cuando se está secando son los rayos UV de la luz, el calor y una manipulación inadecuada.
Para mantener la marihuana seca en perfectas condiciones la introduciremos en un recipiente de vidrio cerrado en el frigorífico. Podemos introducir un trozo de piel de naranjo o limón si queremos un aroma cítrico.

9.5- Secado rápido

El secado rápido no es recomendable, los cogollos secados así pierden THC, tienen una combustión muy caliente y saben a verde, además de generar más humo al fumarse.
Pese a ello, hay quien en alguna ocasión necesita secar algunos cogollos rápidamente, por ello mostramos a continuación algunas formas de hacerlo, aunque como ya hemos comentado no es lo que se debe hacer. Para disfrutar de una buena cosecha es mejor esperar solo unos días más.
Secado instantáneo
Para ello envolveremos los cogollos en un trozo de papel de aluminio y lo colocaremos sobre una bombilla de 60 o 100 vatios. Removiendo cada 30 segundos estará listo para fumar en unos minutos.
Otro método muy rápido consiste en secar los cogollos al microondas. A media potencia, durante 30 segundos. La removeremos y comprobaremos si está ya seca por si necesitara un poco de tiempo más.
También se pueden secar en un horno convencional. A 65º durante 10 o 15 minutos. Hay que tener cuidado con no llegar nunca a 90º, pues a partir de esa temperatura el THC se volatiliza y desaparece.
Secado entre unas horas y un día
El gel de sílice también nos puede ayudar al secado rápido en unas horas. Para ello, compraremos paquetitos de este gel (de venta en growshops) y los introduciremos en un recipiente de vidrio junto a la marihuana. Este gel absorbe la humedad, secando así los cogollos.
Una forma muy sencilla consiste en una vez manicurados los cogollos, envolverlos bien el papel y colocarlos en algún lugar donde reciba calor, como un televisor o un radiador.
Dependiendo del calor pueden secar en unas horas o al día siguiente. Después de esta fase, los cerraremos en un tarro hermético que abriremos de vez en cuando hasta que sequen del todo.
Secado en 24/ 48 h
Otra opción consiste en el secado con un deshidratador de alimentos, formados por unas rejillas sobre las que sopla un ventilador.
Colocaremos la marihuana sobre las rejillas, apilando unas sobre otras, y activaremos el ventilador. Este tipo de secado tarda un poco más, por lo que degrada menos los cogollos.
El modo de secar rápido la marihuana con hielo seco es la que menos degrada el cogollo y menos afecta al sabor. Puede tardar de 12 a 24 h o más, pero conserva las características de la planta.
Este método consiste en colocar el hielo seco al fondo de un recipiente y sobre éste poner los cogollos a secar. Abriremos unos agujeros en la tapa de recipiente, para que salga el gas que se genera, y lo colocaremos en un congelador.
El hielo seco es dióxido de carbono helado. Cuando se encuentra en un espacio sin humedad relativa y por debajo de los 0º, absorbe las moléculas de agua de los cogollos.
Cada 12 horas abriremos el recipiente comprobaremos si queda hielo seco. Cuando veamos que ha desaparecido querrá decir que la marihuana ya está seca, de todas formas hay que comprobarlo por si necesitara permanecer con hielo seco en el congelador un tiempo más.
El humo de los cogollos que han seguido este tipo de secado es un poco mentolado, pero conserva todas sus propiedades y frescura.